martes, 8 de marzo de 2016

Quito



"Mantengan una luz encendida que siempre voy a volver" 
Oswaldo Guayasamìn


El jueves que salimos rumbo a Ecuador conocimos a Mónica, entre buses, colectivos, sellados de pasaportes y compra de dólares, pues no queda más que hablar con otros, y ahí estaba ella, la caleña emprendiendo su viaje mochilero, en Quito se encontraría con su amiga sueca, y como nosotras también teníamos ese rumbo, pues viajamos juntas desde Ipiales  hasta el centro de Quito, compartiendo taxi desde la terminal, y como a nosotras el hotel nos cerró la reservación pues encontramos uno a unas cuadras del suyo, del que salimos corriendo a la mañana siguiente, para encontrar el Gran Hotel, como dicen por ahí, "atendido por su propietario", una familia muy particular, y cuyo restaurante del mismo era atendido por otra familia pero esta de venezolanos, unos de los tantos que están llegando a Ecuador para dolarizarse. Esa primera noche en Quito cenamos comida china a muy buen precio,  también en compañía de Mónica, quién olvido parte de su equipaje en la flota, aún no sé si logro recuperarlo pero creo que no... 

Hace unos años estuve en Quito, pasé dos o tres noches de quince días, el resto lo pase en una larga caminata por las montañas, así que esta era mi oportunidad para conocer mejor la ciudad y para hacer "mero" turismo con mi vieja, y empezamos por ir a la mitad del mundo, y queda exactamente allí -en la mitad del mundo- para llegar tomamos dos troles y un colectivo y por esos días Quito parecía el planeta más cercano al sol, y quiero contar aquí a mis queridos compatriotas cachacos que existe algo peor que el transmilenio, sí ... El trolebús en Quito... Los que conocen saben a qué me refiero! 

Al llegar al destino final, encontré que junto a las instalaciones del famoso monumento a la mitad del mundo, está el edificio de la Unasur, y justo a la entrada está una estatua de Néstor Kirchner, y tuve que esperar un buen rato para poder tomar la respectiva foto, y se siente una tremenda alegrìa cuando te encuentras hasta con quince de diferentes nacionalidades con mucho en comùn; siguiendo con lo del edificio de Unasur, pues  tiene una biblioteca  en la que sobresale una gran colección de literatura infantil. 

Aquí, justo en la entrada al monumento a la mitad del mundo, comenzábamos  a estar "adolaridas" , es que  con un cambio a $3400, pues comienzas hacer cuentas, sumar, restar y multiplicar y pucha!, así no queda otra que tomar la entrada mas económica. Con  algunos lugares  que visito  me queda una piquiña molesta, demasiado turista, las típicas fotos de la gente queriendo ser mas grande que el monumento de 30 metros que tiene al frente, y bueno todos esos detalles con los que no me siento identificada, aunque a veces pase mi propio límite. Pero  esa entrada que tomamos era justa para lo que queríamos hacer,  no necesitábamos ver los experimentos del agua correr para el otro lado, y menos subir a  la punta del monumento, pues  en menos de una hora, y en el mismo lugar y por $4 dólares, fuímos al Pululahua, un lugar deslumbrante, un volcán que dicen inactivo pero los estudios dicen que ha tenido actividad  no frecuente durante los ùltimos años, con la última erupción hace miles de años el cràter quedò convertido en un  valle hùmedecido por la constante niebla, y es uno de los dos únicos cràteres habitados en el mundo, allì viven  unas 100 familias, una comunidad agrícola ya que el suelo allì es bastante fèrtil, hay luz, pero el agua es por  recolección, ya no hay escuela ni hospital,  dicen que las personas de este lugar no se enferman y no hay escuela porque niños no hay, la poblaciòn supera los 65 años, y por supuesto hay una que otra finca de algùn adinerado de ciudad, pero es que este es un lugar para explorar.

El dìa despuès de la mitad del mundo, subimos al barrio miraflores, al final de la calle esta La Capilla del hombre, construida por iniciativa de Oswaldo Guayasamìn, como un homenaje al hombre, al lado esta la casa  en la que viviò el artista, y esta casa es todo un museo de arte, Guayasamìn no era una persona creyente, pero encontraba gran fascinación por el arte religioso,  así que la colecciòn se basa en el arte de la escuela quiteña. Y con todo el gusto de artista pues este lugar es una combinaciòn del punto estratégico en el que esta ubicado, la arquitectura de la capilla del hombre, la casa  estilo tradicional diseñada por el mismo  Guayasamìn, la colecciòn de arte precolombino, las esculturas que rodean la casa, su taller, el pino que el mismo sembrò y en el que ahora reposan  sus cenizas junto con las de su intìmo amigo Jorge Enrique Adoum - años mas tarde se le llamó "Arbol de la vida"-  los jardines  dònde se encontraron vestigios arqueológicos preincaicos.  Si este lugar no te despierta  sensibilidad  estas escapando del cementerio porque no hay forma de no sentir a Guayasamìn sentado al lado tuyo cuando estas mirando "Playa Giròn", o sentir  la tristeza en sus ojos en el  autoretrato, o la fuerza del mural "El Toro y el còndor", imposible no sentirlo, y por eso allì mi vieja me abrazo  y llorando me agradecido por llevarla a conocer este lugar y a conocer un poco de Guayasamìn.
Ya con el corazòn en la mano nos fuìmos a comer al mercado santo domingo un plato bien quiteño, con jugo de  tamarindo, y así hinchadas   por las emociones y con el estòmago lleno nos fuimos a dormir haciendo recuento del dìa. 

Despuès de este lugar ya nada es igual, y hasta mas observadora estaba mi vieja,  y era ella ya quièn me mostraba detalles de la arquitectura de la ciudad, o las raras formas en lo alto de las torres de la basìlica, y para pasar el ùltimo dìa antes de salir rumbo a Tena, la ùltima ciudad antes de entrar a la selva ecuatoriana, pues  subimos al mirador  dònde esta la virgen del Panecillo a ver desde lo alto la ciudad en domingo. 

Despuès de una semana en Tena, volvimos a Quito, viajarìamos ese mismo dìa pero no me diò el cuerpo, el viaje de madrugada no fuè lo mejor, dicen que con el frìo las venas se cierran, y fuè como una pequeña muerte, quiero dejar claro que hasta ahora Ecuador es uno de los peores en servicio de transporte terrestre, y mientras trataba de dormir en una silla muy incòmoda, comenzaron los escalofrìos, las naùseas, el dolor de cabeza, dolor de estòmago, transpiraba, y hasta lleguè a pensar que el sika estaba incubando, y pensé en el fin del viaje, y fuè una impotencia con resignaciòn,  al llegar a la ciudad estaba mucho mejor, pero necesitaba descansar,  aunque esta idea no duró mucho porque al llegar al hotel y con un buen duchazo a la calle nuevamente, y asì caminado como quièn no quiere, nos encontramos con el cambio de guardia en la Plaza de la Independencia y un sonriente Correa saludando,  y allì sentaditas frente al Palacio de Carondelet le avivamos  con las tres chilenas, y la mujer que lleva a su madre en silla de ruedas todos los lunes para que salude a Correra, y dice que no  faltarà ningùn lunes mientras este allà arriba saludando su presidente, y las chilenas ultracorreistas se despidieron con tremendo abrazo diciendo : "Hasta la pròxima plaza hermanas colombianas"   

Y  quièn no se emociona con tanto abrazo, tanto amor, tanto pueblo...

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